El Gobierno hace malabares para llegar al 2% del gasto en defensa
España quiere llegar a la cumbre de La Haya con los deberes hechos, pero en el debate sobre el gasto militar la clave no es tanto el cuándo sino el cómo.

María G. Zornoza
Bruselas--Actualizado a
España cocina su estrategia de cara a la cumbre de líderes de la OTAN que acogerá La Haya a finales de junio. La certeza es que del encuentro saldrá un compromiso para aumentar el gasto en defensa más allá del 2% del PIB de cada país. La incógnita es cuál será el nuevo umbral que dejará caduco al de Gales. El renovado compromiso oscilará probablemente entre el 3% y el 3,5%. El Gobierno español prepara su aterrizaje en la ciudad neerlandesa con un calendario para acelerar el gasto en el que quiere incluir partidas destinadas a la lucha contra el terrorismo.
El inicio de la guerra de Ucrania y el posterior regreso de Donald Trump a la Casa Blanca dejó una línea de actuación clara tanto en la UE como en la OTAN: el compromiso fijado en 2014 para destinar un 2% a las partidas de seguridad y defensa es ya el suelo y no el techo. El cambio de tono ha pillado con el pie cambiado a España, uno de los aliados a la cola, con el 1,28%. Pero la urgencia del momento, la presión del resto de socios y el contexto crecientemente belicista en un mundo cada vez más volátil e imprevisible han acelerado el debate en Moncloa.
Si hace escasas semanas el Ejecutivo español continuaba defendiendo su intención de lograr el 2% en 2029, la estrategia ya ha cambiado. "No es un problema de plazos. Creo que con mucha antelación, antes de 2029, cumpliremos con nuestras obligaciones. Estamos trabajando en ello de manera seria y rigurosa", ha asegurado este martes Margarita Robles, ministra de Defensa, a su paso por Lisboa. Fuentes aliadas confirman estas palabras y no descartan que el país pueda llegar ya a la cita de La Haya, prevista para el 24 y 25 de junio, con ese objetivo cumplido o muy cerca de él.
La letra pequeña para lograrlo pasa no tanto por el cuándo sino por el cómo. Para alcanzar los umbrales que exigen desde los cuarteles generales, España debería desembolsar en un espacio muy corto de tiempo miles de millones de euros. La estrategia que orquesta el equipo comandado por Pedro Sánchez es ampliar las definiciones. No se trata solo de invertir en defensa, sino en seguridad. Y para ello pide cambiar las métricas de la OTAN; sienten que los recursos no están siendo debidamente cuantificados.
Uno de los pulsos que librará Madrid en la carrera hacia La Haya es intentar convencer al resto de aliados de que le permitan incluir en la cuenta final las partidas destinadas a luchar contra el terrorismo, fondos de la Guardia Civil o de las fuerzas de seguridad del Estado que operan en las fronteras y en el Mediterráneo. "El debate está muy abierto y es complejo, pero no hay rechazo a debatirlo", afirma una fuente aliada. España siente que sus esfuerzos para la defensa colectiva –en forma de participación en misiones y batallones en el flanco este y en el exterior o de infraestructuras– están infravalorados en la Alianza Atlántica, mientras que otros países inflan sus gastos militares. Pero persuadir al resto de socios, que sienten que el sur arrastra los pies, no será fácil.
De todo ello hablarán los 32 ministros de la Alianza Atlántica, reunidos el jueves y viernes en Bruselas. El encuentro llega apenas una semana después de que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, afirmase en una visita a Polonia que "España quiere llegar al 2% este verano", unas declaraciones que generaron desconcierto pero que van en línea con las declaraciones públicas que los miembros del Gobierno están pronunciando estos días. La intención es que Pedro Sánchez haga un anuncio antes de la cumbre de junio, que será la primera de Donald Trump en este mandato, donde fije un calendario claro sobre el gasto en defensa. Buscará así reducir la presión de sus aliados y transmitir el mensaje de que España llega con los deberes hechos.
En el marco de la OTAN no hay ninguna resistencia ni voz disonante sobre la necesidad de multiplicar el gasto militar. Bélgica cuenta con una situación similar a la de España. Actualmente destina el 1,3% a los fondos de defensa. Bruselas, como Madrid, se ponía 2029 como meta para llegar al 2%, pero ya acelera sus planes para aterrizar en La Haya con una hoja de ruta que permita lograrlo este año. También Italia está por debajo de ese objetivo de Gales, con un pronóstico de destinar el 1,61% de su PIB en 2027. Meloni se ha convertido en la aliada inesperada de Sánchez en esta batalla abogando por ampliar tanto en el seno de la OTAN como de la UE la definición de seguridad y defensa y, en consecuencia, contabilizar en ellas otros parámetros más amplios.
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